George Trosse, en 1656, fue quien hizo una primera descripción de la esquizofrenia, en un libro pionero sobre esta condición psicótica. En 1683, Thomas Willis desarrolló un texto muy relevante en el que aportó elementos claves para la comprensión de la psicosis. La Anatomía del Cerebro fue esa publicación de vanguardia. Ya en el siglo XVIII se amplió la gama de explicaciones sobre el fenómeno de la locura.
Pero entre esa gama destacan como fundamentales las obras y el trabajo de Phillipe Pinel y de su discípulo Jean-Etienne Esquirol. Al considerar el espíritu que animó la Revolución Francesa se empezaron a construir centros psiquiátricos. En París había una pequeña “Casa de Locos”, donde se internaban a los enfermos ricos. También, en el ocaso del siglo XVIII se estableció el llamado Hotel Dieu, y si los pacientes no progresaban se conducían a los manicomios de Bicetre o al Salpetriere, en donde por desgracia los enfermos eran confinados con mendigos y prostitutas.
Un hecho fundamental se dio cuando Pinel se convirtió en el jefe médico de Bicetre, debido a que incorporó medidas más humanitarias y dio a los “locos” la denominación de enfermos necesitados de un “tratamiento moral”. El tratado médico filosófico de la locura fue publicado por Pinel en 1801.
Si bien se considera que el padre de la psiquiatría es Pinel, quien acuñó el término de Psiquiatría (del griego psique, alma e iatréia, curación) fue el neurólogo e histólogo alemán Johann Christian Reil.
Al morir Pinel, Esquirol dirigió el lugar de su maestro, el manicomio de Salpetriere y escribió Acerca de las enfermedades mentales, en 1838, obra que influyó hasta principios del siglo XX.
Por su parte, la noción de psicosis se empleó como opuesta a neurosis. Lo que era una no era la otra y viceversa. Esta aportación la hizo Ernest Von Feuchtersleben, quien señaló que la psicosis era una alteración que comprendía la confusión del mundo interno y externo del sujeto y que modificaba la imaginación con la consecuente afectación de los nervios. Esto, según su teoría afectaba el pensamiento, la voluntad y los sentimientos.
En 1863, Emil Kraepelin, considerado por muchos como fundador de la primera y básica clasificación psiquiátrica de la historia, clasificó y describió a los trastornos psicóticos en dos grandes grupos: la demencia precoz (la actual esquizofrenia) y la psicosis maniaco – depresiva, término que dejó de utilizarse hacia finales de los 60 y principios de los 70 del siglo XX.
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